Hacienda hasta en la sopa. Comprobaciones fiscales
Laura Sanchez-Cañete Moreno autonomos, empresa, fiscal, profesionales, sociedadesProbablemente estamos ante un cambio de era, también en lo que a fiscalidad se refiere, porque Hacienda cuenta con sistemas tecnológicos y maneja datos de mucha relevancia que ponen en evidencia nuestras realidades económicas, que ya no son tan fáciles de ocultar. Te contamos las distintas modalidades que está utilizando Hacienda para sacarte los colores y consejos para evitarlos.
Envío de requerimientos tras haber advertido elevadas cantidades de ingresos en tus cuentas bancarias:
Se acabaron los traspasos entre nuestras cuentas personales y/o entre las cuentas de la empresa. Hacienda está comparando los ingresos que hacemos en todas las cuentas en las que somos titulares, con las ventas o las prestaciones de servicio declaradas. Si hay diferencias entre esos dos factores, envía notificaciones para que las diferencias sean aclaradas por los contribuyentes.
Pero Hacienda no discrimina si la diferencia procede de traspasos ente nuestras propias cuentas, por lo que no conviene hacerlas entre ellas, porque, a pesar de que esos traspasos no indican fraude alguno, el hecho de que engorden la cuantía de los ingresos bancarios, es motivo de una comprobación en la que sí pueden encontrar irregularidades.
Por el mismo motivo, tampoco conviene ingresar el importe de una venta o de una prestación de servicio en una cuenta bancaria personal, para luego traspasarla a la cuenta de la empresa.
Visita al local donde se desarrolla la actividad:
Como decíamos al principio, Hacienda dispone de información más que suficiente de nuestros indicadores económicos; pero no dispone de los datos que tenemos archivados en nuestros ordenadores. Por ello, a partir de ahora, es ya muy habitual que las inspecciones se empiecen con una visita del actuario a las instalaciones de la empresa, al objeto de llevarse copia de las bases de datos y demás información al efecto; y también que durante la tramitación de una comprobación ya iniciada con anterioridad, se personen con el mismo objeto.
Aunque habrá información almacenada que esté amparada por la Ley de protección de datos, ello no es óbice para que los datos económicos asociados puedan ser tratados por la Inspección de los Tributos; y aunque necesitará autorización judicial si el empresario o profesional se niega a la entrada en su local de actividad, conviene no resistirse por dos razones bien sencillas: la primera es que se estaría arrojando dudas sobre el contenido almacenado en los ordenadores, que indicarían ocultación y en segundo lugar porque no serviría de nada, ya que cualquier borrado posterior de datos que pudieran implicarnos, sería advertido por el departamento informático de la Agencia Tributaria y podría ser motivo de la aplicación de la estimación indirecta de bases, que propiciaría que sea la propia Agencia Tributaria la que calculara las bases imponibles sobre la que aplicar los impuestos, basadas en los índices estadísticos del sector económico en el que operemos. Conviene por tanto ser muy pulcro con los datos almacenados.
Por otro lado, recordamos aquí que el simple uso de programas de gestión que sean susceptibles de llevar doble contabilidad, está sancionado con 150.000€
Entrada en el domicilio particular del empresario o profesional:
Según el principio constitucional, el domicilio es inviolable, pero ahora Hacienda quiere hacerlo para evitar la destrucción de las pruebas que pudieran confirmar su sospecha ante la discrepancia entre los datos declarados y los estadísticos del sector.
Esto, que parece que no es posible, ya ha ocurrido y el contribuyente afectado ha puesto el caso ante el Tribunal Supremo, que tiene ahora el difícil papel de decidir si una sospecha estadística justifica por sí sola la inspección del hogar, cuya privacidad protege la Constitución.
Recompensas:
Y para que los inspectores puedan tener más éxito en su lucha contra el fraude fiscal, qué mejor que contar con colaboradores. El volumen de transacciones económicas es tal que el fraude no se puede perseguir solamente con la actuación de las autoridades tributarias; de ahí que una ayudilla no venga nada mal y por ello, ya se está barajando desde el Gobierno el pago de recompensas a los que puedan aportar información privilegiada. Cuidado con quién tenga acceso a nuestra información más sublime.
No dude en ponerse en contacto con un buen asesor. En Alben ABOGADOS Y ECONOMISTAS cuenta con el mejor asesoramiento